Bienvenidos de nuevo a otra contradicción Bíblica. Hoy vamos a estudiar un poco la procedencia de uno de los personajes que se ganó el odio de muchos judíos y que hoy sigue tomándose como ejemplo de maldad. Amán. Y es que parece ser que hay algunos versículos en la Biblia que dicen que Amán era Agagueo y otros que dicen aparentemente lo contrario. Vamos a estudiarlo. Por cierto, como siempre recordamos que esta contradicción (y muchas otras) las podemos encontrar en esta página web.

Ester 3.1

Tiempo después, el rey Jerjes ascendió a Amán, hijo de Hamedata el agagueo, lo puso por encima de todos los demás nobles y lo convirtió en el funcionario más poderoso del imperio.

1 Samuel 15.2-3

Así dice el Señor Todopoderoso: “He decidido castigar a los amalecitas por lo que le hicieron a Israel, pues no dejaron pasar al pueblo cuando salía de Egipto. Así que ve y ataca a los amalecitas ahora mismo. Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasión. Mátalos a todos, hombres y mujeres, niños y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos”»

Los amalecitas. Este pueblo que es mencionado en casi toda la historia de Israel en el antiguo testamento eran uno de los principales enemigos del pueblo de Dios. Este pueblo, según se cree proviene de Abraham tal y como dice Génesis 36.12a «Elifaz tuvo un hijo con una concubina suya, llamada Timná, al que llamó Amalec.»  aunque también hay indicios (en Génesis 14.6) de que este pueblo existía mucho antes del nacimiento de Esaú (y por tanto de Elifaz, padre de Amalec), a esto volveremos luego. Los amalecitas fueron un pueblo que constantemente se enfrentaban a los Israelitas, pero seguramente la batalla más importante fue la primera que tuvieron contra ellos: Se enfrentaron al pueblo de Israel en la batalla de Refidín en la que Moisés tuvo que estar aguantando la vara de Dios en alto en la cima de una colina, ayudado por Jur y Aarón para que el pueblo de Israel finalmente ganara la batalla. Ahí en esa batalla, Dios dice: ««Pon esto por escrito en un rollo de cuero, para que se recuerde, y que lo oiga bien Josué: Yo borraré por completo, bajo el cielo, todo rastro de los amalecitas»» y luego Moisés declara: ««¡Echa mano al estandarte del Señor! ¡La guerra del Señorcontra Amalec será de generación en generación!»»

La venganza. Es esta batalla la que de verdad enfureció a Dios en contra de los amalecitas, y aunque luego estos disputaron en muchas ocasiones contra el pueblo de Israel, Dios llegó a decir lo siguiente: «Recuerda lo que te hizo Amalec en el camino, a la salida de Egipto; 18 cómo te acometió sin temor a Dios matando a los rezagados cuando ibas cansado y debilitado oh Israel. 19 Pero cuando el Eterno tu Dios te haga descansar de todos tus enemigos en el país que te dio por heredad, borrarás la memoria misma de Amalec de debajo del cielo. No lo olvides.» (Deuteronomio 25.17). ¿Y qué sucedió? El pueblo llegó a la tierra prometida, la conquistó, pasaron todos los jueces por la historia de Israel y Samuel ungió al primer rey de Israel; Saúl. Y en un momento dado Samuel le dice a Saúl unas palabras que parecen muy duras de parte de Dios: ««El Señor me envió a ungirte como rey sobre su pueblo Israel. Así que pon atención al mensaje del SeñorAsí dice el Señor Todopoderoso: “He decidido castigar a los amalecitas por lo que le hicieron a Israel, pues no dejaron pasar al pueblo cuando salía de Egipto. Así que ve y ataca a los amalecitas ahora mismo. Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasión. Mátalos a todos, hombres y mujeres, niños y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos”» » 1 Samuel 15.1-3 Entonces el rey Saúl hace lo que Dios le manda, pero: «Además de perdonarle la vida al rey Agag, Saúl y su ejército preservaron las mejores ovejas y vacas, los terneros más gordos y, en fin, todo lo que era de valor. Nada de esto quisieron destruir; solo destruyeron lo que era inútil y lo que no servía.» (1 Samuel 15.9) Dios entonces se enfada con Saúl y se lo cuenta a Samuel, entonces Samuel se lo dice a Saúl y Samuel hace venir a Agag, rey de los Amalecitas «Y allí en Guilgal, en presencia del Señor, Samuel descuartizó a Agag».

Amán. Amán era un hombre al que el rey Asuero (Más conocido como Jerjes I, rey de persia) había puesto en el más alto puesto de todos los funcionarios hasta tal punto que todos los servidores de la puerta del rey se arrodillaban ante él y le rendían homenaje. Todos menos Mardoqueo. Entonces Amán comenzó a odiar a los Judios y trató de acabar con ellos, pero Ester, la mujer Judía de Asuero intercedió por ellos y se promulgó un edicto que permitía los judíos defenderse. De esta manera y tras la liberación por parte de Mardoqueo, los judíos acabaron con Amán y con sus hijos para siempre.

Lo que sucede es que si Amán era Agagueo, el defensor de esta contradicción se plantea: Si la estirpe de Agag se había acabado, ¿cómo puede ser que Amán sea Agagueo? Vamos a ver muchos puntos que dejan en evidencia el hecho de que esto no es una contradicción:
  • Hay algunos que dicen que en la historia de la destrucción de los Amalecitas, en ningún lugar dice que los hijos de Agag, el rey de los amalecitas, estuvieran en la ciudad que casi por completo destruye Saúl en 1 Samuel 15. Pudieron estar en otro lugar y no ser destruidos, ellos, sus nietos o biznietos o cualquier otra descendencia. Esta posibilidad eliminaría la contradicción.
  • El término Agagueo, según algunos estudiosos no se refiere a que Amán fuera descendiente del rey Agag, sino que había una región en Persia que tenía ese nombre y que por tanto cuando dice que Amán era Agagueo simplemente está diciendo que pertenecía a esa región.
  • El siguiente punto de vista tiene una profundidad mayor, y es que la promesa de venganza y destrucción dada por Dios a su pueblo en Deuteronomio 25.17 no fue cumplida en los tiempos de Saúl ya que Saúl desobedeció a Dios dejando con vida tanto al rey como a las posesiones más valiosas de la ciudad. Bajo esta argumentación hay dos vertientes:

    • La consumación de la venganza sobre los amalecitas llegó en los tiempos de Ester y este libro es el relato de esa venganza. Aquí, Amán  y todos sus hijos (10) fueron destruidos (Ester 7.10, Ester 9.8-10), así que si Amán era realmente descendiente de Agag fue en este momento cuando se vio cumplida la venganza de Dios. De hecho, en varios versículos de Ester se nombre a Amán como enemigo de los Judíos (Ester 3.10, 9.24) y se hace una relación entre Amán y los Amalecitas como los enemigos de los Judíos pues ambos «acometieron sin temor a Dios matando a los rezagados cuando ibas cansado y debilitado oh Israel». También, según los defensores de esta teoría, esto explica el odio que tenía Amán hacia Mardoqueo (descendiente de Saúl, que casi destruyó a su pueblo) y el desprecio que tenía Mardoqueo hacia el gran enemigo de Dios y su pueblo.
    • El hincapié que también se suele dar a las palabras de Moisés: ««¡Echa mano al estandarte del Señor! ¡La guerra del Señor contra Amalec será de generación en generación!»» y las palabras de Dios diciendo: «Pero cuando el Eterno tu Dios te haga descansar de todos tus enemigos en el país que te dio por heredad, borrarás la memoria misma de Amalec de debajo del cielo. No lo olvides.» hacen pensar a algunos que la venganza de Dios sobre los Amalecitas no llegará hasta los postreros días en los que en otro sentido, el pueblo de Dios descanse de todos sus enemigos.
  • Otra forma de verlo es que en el primer libro de Crónicas, en el capítulo 4 (mientras está narrando las descendencias desde Adán) el escritor del libro se para para narrar un acontecimiento importante, y es que en los descendientes de Simón: «Como sus familias patriarcales llegaron a ser muy numerosas, 39 fueron hasta la entrada de Guedor, al este del valle, en busca de pastos para sus ganados. 40 Allí encontraron pastos buenos y abundantes, y una tierra extensa, tranquila y pacífica. En ese lugar habían vivido los descendientes de Cam. 41 Los jefes mencionados anteriormente llegaron en los días de Ezequías, rey de Judá. Atacaron los campamentos de los descendientes de Cam y las viviendas que encontraron, y los destruyeron por completo. Y como en esa región había pastos para sus ganados, se quedaron allí en lugar de ellos, donde habitan hasta el día de hoy. 42 Quinientos de sus soldados, que eran descendientes de Simeón y estaban bajo las órdenes de Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, hijos de Isí, fueron a la montaña de Seír. 43 Después de destruir a los fugitivos del pueblo de Amalec que habían quedado, se establecieron allí, donde habitan hasta el día de hoy.» Por tanto pudo ser en ese momento (cerca de 700 años después) en el que el pueblo de Israel por fin acaba con todos los Amalecitas.
Ninguno de estos puntos son concluyentes y no podríamos afirmar a ciencia cierta que alguno de ellos fuera 100% real, pero si podemos decir que la posibilidad existe y que mientras la posibilidad exista tampoco podemos afirmar a ciencia cierta que se trate de una contradicción. Como hemos dicho varias veces (y si no lo he dicho lo digo ahora) que no hayan sido revelados todos los detalles de las historias Bíblicas no nos da derecho a afirmar (ante falta de información) que existan contradicciones.

Por tanto podemos concluir que NO ES UNA CONTRADICCIÓN.