19 Cuando lleguen a la frontera de los amonitas, no los ataquen ni los provoquen a la guerra, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio. Esa tierra se la he dado por herencia a los descendientes de Lot”.
32 Jefté cruzó el río para luchar contra los amonitas, y el Señor los entregó en sus manos.
Vienen días —afirma el Señor— en que yo haré resonar el grito de guerra contra Rabá de los amonitas; y se convertirá en un montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces Israel despojará de todo a los que de todo la despojaron —afirma el Señor—.
- Deuteronomio 2:19: Este texto está en el contexto de una narración que explica la ruta que llevó el pueblo de Israel, guiado por Dios en su peregrinación por el desierto. Durante este viaje Dios les advierte en varias ocasiones al pueblo de Israel que no deben pelear contra varios pueblos:
- Seír (Descendientes de Esaú) Dios le dio esa región como herencia. (Dt. 2.5)
- Moabitas (Descendientes de Lot) Dios les dio la región de Ar como herencia. (Dt. 2.9)
- Amonitas (Descendientes de Lot) Dios le sdió la región como herencia. (Dt. 2.19)
- Jueces 11:32: En esta ocasión Jefté (uno de los Jueces de Israel) Libera a Israel de la opresión que estaban sufriendo por parte de los Amonitas. Los Amonitas atacaron al pueblo de Israel (Permitido por Dios) ya que este se había apartado de Dios y se había ido tras los dioses paganos. No es Jefté quien inicia una guerra de conquista sino que lucha para recuperar la tierra que los Amonitas le quitaron y por el mal que le hicieron (Jueces 11:15-33)
- Jeremías 49:2: Después de la derrota de Jefté, David intentó tener buen trato con los Amonitas, pero estos les despreciarion así que volvió a haber guerra (2 Samuel 10.1-14) la cual ganaron los Israelitas. Luego hubo otra guerra con los Amonitas por parte de David (Contemporánea a los relatos de Betsabé y la muerte de Urías). Después de esto, los Amonitas convivieron con los Israelitas con privilegios (2 Samuel 23.37 y 1 Reyes 11.1) o sin ellos (2 Samuel 12.31). Más tarde se dividió el reino y los Amonitas se independizaron hasta que Uzías los hizo tributarios. Después acabaron en manos de los Asirios y más tarde, cuando empezó la deportación del reino del norte, los Amonitas empezaron a invadir los territorios dados en herencia a Gad. Es en ese momento cuando Dios dice por medio de Jeremías: Así dice el Señor acerca de los amonitas:«¿Acaso Israel no tiene hijos? ¿Acaso no tiene herederos? ¿Por qué el dios Moloc ha heredado Gad, y su pueblo vive en sus ciudades? 2 Vienen días —afirma el Señor—en que yo haré resonar el grito de guerra contra Rabá de los amonitas; y se convertirá en un montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces Israel despojará de todo a los que de todo la despojaron —afirma el Señor—. Por tanto el cambio de parecer de Dios viene dado por el robo de territorio que sufrió Israel por parte de Amón. Amón se aprovechó de la desgracia que estaba sufriendo Israel para robarle la herencia que Dios le había dado. Es por eso que Dios dice: «haré resonar el grito de guerra contra Rabá de los amonitas; y se convertirá en un montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas.» Y como los Amonitas habían despojado a Israel: «Entonces Israel despojará de todo a los que de todo la despojaron«
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