Este artículo no tiene nada de especial salvo que ya llevo 50 contradicciones bíblicas hechas. Y aunque realmente he escrito 43 artículos de contradicciones bíblicas, si que he llegado a analizar 50 contradicciones ya que algunas tratan temas repetidos (como es el caso de hoy también)

Como decía, ya estamos más que cansados de analizar las listas de repatriados de Esdras y Nehemías y puedes encontrar respuestas a esta contradicción en varios sitios de este blog.

Así que, saltamos al número 50, y en esta ocasión vamos a analizar varios textos donde se puede ver en nombre de quién se realiza el bautismo. La contradicción, como siempre la sacamos de bibviz.com, así que, si ya le has echado un ojo, vamos a ello:

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Mateo 28.19

Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo
Hechos 2.38

porque el Espíritu aún no había descendido sobre ninguno de ellos; solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús
Hechos 8.16

Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos algunos días.
Hechos 10.48

Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hechos 19.5
A simple vista podemos ver lo que claramente parece no funcionar; el mandamiento de Jesús parece claro en Mateo 28; bauticen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, pero al parecer la práctica de los discípulos era distinta en el libro de los Hechos. Así que vamos a ello:

Más información sobre el bautismo

Quizá, antes de empezar quieras leer algo acerca del bautismo, en este blog puedes encontrar información acerca del bautismo, la diferencia entre el bautismo de agua vs el bautismo del espíritu y también la diferencia entre el bautismo de Juan y el bautismo del Espíritu. Quizá el tema parece lioso (a mi me lo parece) pero leerlo puede que te ayude a entender algunas cosas.

No hay palabras mágicas para la salvación

Lo primero que debemos aclarar es que NO. No existe una formula mágica ni unas palabras mágicas que debamos pronunciar para bautizar a alguien. También tenemos que decir que las palabras, per sé, carecen de poder, es el Dios de La Palabra el que da el poder, así que tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que los Apóstoles estaban cometiendo un error a la hora de bautizar a las personas. Dios no se ve limitado por una correcta pronunciación o gramática, cuando una persona lo acepta con sinceridad, Él entra. Sí o sí.

Si quieres investigar un poco más acerca de esto, te sugiero que leas algo sobre el Concilio de Florencia o sobre el Concilio de Trento, en esos concilios, la iglesia católica declaró la necesidad de la fórmula trinitaria al igual de la necesidad del bautismo para salvación. Esto es contrario a lo que la Biblia enseña ya que unicamente la fe salva. Sólo la fe.

El Bautismo es en el nombre de Jesús

Este es el problema, el nombre de Jesús, el problema es que mientras en Mateo Jesús mismo les decía a sus discípulos que tenían que bautizar en el nombre de la trinidad, los discípulos, aparentemente lo hacían en el nombre de Jesús. Esto puede verse como una contradicción, pero me gustaría que analizáramos un momento el nombre de Jesús. Me gustaría que supieras que la Biblia dice, literalmente, lo siguiente sobre Jesús: «Por eso Dios lo exaltó [a Jesús] hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre» Filipenses 2.9-11 [Ojo, quizá ya podrías dejar de leer este artículo, pienso que con este versículo se zanja toda duda, si aun así quieres disfrutar del nombre de Jesús, sigue leyendo] » y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo…» Efesios 1.19-22a. «Y en ningún otro hay salvación [aparte de Jesús]; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos» Hechos 4.11.

Estos tres versículos (al margen de otros muchos otros) son la prueba más que evidente de las siguientes premisas (entre otras):
  • El nombre de Jesús es el nombre bajo el cual reposa ABSOLUTAMENTE TODA la autoridad en el universo. No es que el nombre de Jesús simplemente esté capacitado, sino que está MUY POR ENCIMA de todo gobierno y autoridad.El nombre de Jesús es el único nombre en el cual los seres humanos podemos acceder a la salvación. Su autoridad, su dominio es tal, que es sólo en su nombre en el cual podemos alcanzar la salvación. Esto implica que no hay otro nombre con esta autoridad.
Los versículos de Hechos (salvo uno que comentaremos explícitamente) no están hablando de la manera en la que se lleva a cabo el mandamiento dado por Jesús en Mateo. No está tratando de hablar de las palabras que se pronunciaron, simplemente el autor está indicando bajo qué autoridad los discípulos hacían estas cosas. Esta pregunta se la hicieron a Jesús los sacerdotes y escribas y ancianos en Marcos 11.28 y hoy quizá podríamos decir que la autoridad reposaba en Jesús, dada por su Padre en los cielos. Si Lucas hubiera querido decir lo que los Apóstoles dijeron explícitamente tendría que haberlos citado pronunciando las palabras que ellos pronunciaron, pero cuando en Hechos dicen: «bautizados en el nombre de Jesús» es como decir «yo te detengo en el nombre de la ley» estás expresando bajo qué autoridad dices lo que dices, no se está hablando de las palabras que pronunciaste durante el bautismo.

La autoridad implica varias cosas:
  • El que recurre a la autoridad reconoce que vive bajo esa autoridad, reconoce su poder y su capacidad. Por lo tanto los discípulos utilizaban este poder, no era suyo, sino que venía de Jesús, ellos no salvaban, lo hacía Jesús.El responsable de lo que sucede, la persona que «se lleva el mérito» no es el que recurre a la autoridad, sino la autoridad en sí. Es decir; La salvación es mérito único y exclusivo de Jesús. Por eso se bautiza en su nombre.Las autoridades solo operan en el ámbito en los cuales se le ha dado autoridad. Es por esto que la policía puede hacer ciertas cosas para ejercer su autoridad, pero si quiere ir más allá necesita el permiso de otra autoridad superior (como por ejemplo un juez). En el caso de Jesús, TODA autoridad es suya. Dios se la ha dado, en todo.
¡Para más inri es en esta autoridad en la que Jesús basa su mandamiento en Mateo! «Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» Así que, los textos de Hechos, no sólo no están contradiciendo el texto de Mateo sino que claramente conecta con la gran comisión.

Para terminar de aclarar el tema, Mateo narra las palabras de Jesús acerca de un mandamiento que debían cumplir, una comisión, vayan y hagan discípulos y bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Les hace este mandamiento porque ya les ha explicado que tiene toda la autoridad. Esta autoridad es la que menciona Lucas en Hechos. La autoridad de Jesús era la base para el bautismo en la iglesia primitiva.

El bautismo en Hechos 8.16

Pero tenemos todavía hechos 8.16 que nos deja un poco desconectados porque podría parecer que si todo lo que he contado antes es cierto,¿cómo puede ser que al bautizar en el nombre de Jesús (es decir, con su autoridad) esas personas no recibieran el Espíritu Santo? ¿Significa esto que si sólo bautizas en el nombre de Jesús y no en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu, entonces el Espíritu no viene?

Esto realmente carece de sentido, la respuesta en la que coinciden muchos estudiosos de la Biblia es que este es un caso puntual entre muchos, un caso en el que Dios quería que su Iglesia se fuera construyendo bajo el amparo de la autoridad apostólica. También se argumenta, que el bautismo de Jesús era para salvación y el bautismo del Espíritu para la edificación de la Iglesia (algo que a mi aún no me cuadra demasiado). En cualquier caso, lo que podemos deducir es que el caso de Hechos 8.16 es un caso puntual en la Biblia, que Dios haya querido actuar (debido a sus propósitos) de una manera concreta en la forma en la que unas personas recibían el Espíritu Santo en un lugar concreto de la historia no es base suficiente para determinar que se trata de un texto contradictorio.

Conclusión sobre los bautismos

La conclusión, como no podría ser de otra forma, es que NO ES UNA CONTRADICCIÓN, debido a que los textos de Hechos, aunque están claramente conectados con la gran comisión, no tratan de expresar las palabras concretas que los apóstoles pronunciaron al bautizar a las personas sino que habla de la autoridad bajo la cual los discípulos bautizaron, bajo el nombre que es sobre todo nombre, el nombre de Jesús.