Hace unos días un amigo me soltó el dilema de estas parábolas y su posible disonancia con lo que le rodeaba. Su posible mal interpretación durante muchos años y los enigmas que la rodeaban. Así que, con el deseo de conocer más lo que la Biblia dice, he hecho una serie de anotaciones sobre estas parábolas que se encuentran en el capítulo 13 de Mateo. Esto son anotaciones y pensamientos, quizá no lleven a ningún lado o quizá ayuden a entender más cosas acerca de la Palabra viva.

Ideas básicas

  • Seguramente todo este bloque de parábolas fue dicho en el mismo periodo corto de tiempo. Seguramente el mismo sábado por la tarde que empieza describiendo el principio del capítulo 12 (Sólo un comentario que leí decía esto del sábado)
  • Vi que hay dos bloques, uno en el que Jesús cuenta las parábolas a las multitudes y otro donde Jesús cuenta las parábolas solo a los discípulos a partir del versículo 36.
  • En cuanto a la estructura, en las Biblias aparece:
    • Parábola del sembrador
    • Propósito de las parábolas
    • Parábola del sembrador (Explicación)
    • Parábola del trigo y la cizaña
    • Parábola de la semilla de mostaza
    • Parábola de la levadura
    • Parábola de la cizaña (Explicación)
    • El tesoro escondido
    • La perla de gran precio
    • La Red

Eliminando las divisiones

Pero entonces lo leí desde la Biblia Textual V4 «De regreso a la fuente» que está, según ellos aseguran, estructurada según los manuscritos, es decir; los bloques de texto de los manuscritos, los párrafos, etc. Esto, creo, ayuda a entender dónde encaja cada cosa, por ejemplo, en cada una de las parábolas explícitas, siempre se comienza con un pequeño texto que dice: «Les propuso otra parábola diciendo:» Pero en las tres últimas «parábolas» no dice nada al respecto, es más, lo encapsula como un sólo discurso.

La siega y la cosecha

  • El tema de la siembra y la cosecha es quizá lo principal. Como muchas veces DW dice, aquí, seguramente Jesús no nos está dando unas instrucciones acerca de cómo debemos comportarnos con ilustraciones, sino que nos está diciendo cómo son las cosas, concretamente en el Reino. Uno de los comentarios que leí, a pesar de ser de corte dispensacionalista decía:
Jesús señaló una nueva verdad, a saber: que el período entre su rechazo y segunda venida se caracterizaría por seguidores profesantes, tanto buenos como malos. Esa era tendría un pequeño comienzo, pero crecería hasta llegar a ser un gran “reino” de profesantes. Una vez que este proceso comenzara, no podría ser detenido y dentro del mismo, Dios sustentaría a su pueblo Israel y crearía su iglesia. Este período entre los dos advenimientos terminará con un tiempo de castigo en el que Dios separará a los malos de los buenos. Estos últimos entrarán en el reino para gobernar y reinar con Cristo. A través de estas parábolas, Jesús contestó a la pregunta ¿Qué pasó con el reino? La respuesta es: el reino de Dios será establecido en la tierra en la segunda venida de Cristo; mientras tanto, el bien y el mal seguirán coexistiendo.
Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (Eds.). (1995). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 1: San Mateo, San Marcos, San Lucas (p. 61). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
Como yo cada vez tiendo a ser más D. progresivo (con matices sobre Israel), cambiaría la última frase por: «la respuesta es: el reino de Dios se está estableciendo en la tierra desde la primera venida de Cristo hasta la eternidad, mientras tanto, hasta su segunda venida, el bien y el mal seguirán coexistiendo.»

Una nueva estructura

  • Entonces estructuralmente, pensé en lo siguiente:
    • Parábola del sembrador
      • Parábola de la semilla de mostaza
      • Parábola de la levadura
    • Parábola del trigo y la cizaña
      • Parábola del tesoro escondido
      • Parábola de la perla de gran precio
    • Parábola de la red
Las parábolas de la semilla de mostaza y de la levadura hablan de cómo antes de la siega se van a comportar las buenas semillas que cumplen su función y que crecen y transforman su entorno. Quizá sean una ampliación de la semilla que fue plantada en buena tierra y que da fruto a 100, 60 y 30 por uno. Todo esto sucede dentro del marco de la siembra, porque la parábola del sembrador explica cómo el reino se expande, a pesar de los malos terrenos.

Luego viene la parábola de la cizaña, donde se explica que la mala hierba y la buena van a permanecer juntas hasta el momento de la siega, es decir, que habrán personas que estarán entre los hijos del Reino que no son hijos del Reino pero que Dios conoce y separará en su segunda venida. Puede que la parábola de la cizaña cierre el ciclo de parábolas acerca de lo que va a suceder en el Reino entre la primera y la segunda venida.

Y justo después viene este grupo de parábolas anidadas a la explicación del trigo y la cizaña que da Jesús.
Evidentemente la última es un refuerzo del final de la parábola del trigo y la cizaña, donde Jesús explica que al final los hijos del Reino serán recogidos y los que no, serán lanzados al lago de fuego.

Queda entonces estas dos mini-parábolas. El tesoro escondido y la perla de gran precio:
  • En el mismo comentario que citaba antes, explicaban que el tesoro escondido hace referencia a Israel, a que Dios guardará a Israel durante todo el periodo de desarrollo del Reino en la tierra.
  • Asimismo explicaba que Dios guardará a la Iglesia (la perla) durante este periodo.

Conclusiones

Así que según esta idea, hay dos parábolas explicativas a raíz de la del trigo y la cizaña para aclarar la situación en el reino tanto de Judíos como de gentiles y hay dos parábolas explicativas a raíz de la parábola del sembrador para también explicar la manera en la que se desarrollan Israel y la Iglesia durante la siembra.
Yo no puedo tirarme del todo a la piscina con esta interpretación, pero sí que puedo ver estas dos parábolas que apoyan la del sembrador como una explicación de cómo crecerá su Reino en la tierra y cómo transforma su entorno y también veo la parábola del tesoro escondido y la perla de gran precio como un medio tranquilizador, porque Jesús deja claro todo el tiempo que las cosas son blancas o negras, o eres hijo del Reino o eres hijo del maligno, o estás plantado en buena tierra o estás en mala y el destino del que no está a su lado es nefasto. Para el que oía y entendía (y oye y entiende) Jesús puede estar diciendo: Estás reservado, estás comprado, estas salvaguardado, eres mi propiedad, lo he dado todo por ti, me perteneces, estás seguro, llegará el momento de la siega, pero tú eres de los míos.