Después de Otoniel y de los 40 años de paz que el pueblo de Israel disfrutó mientras él era juez los Israelitas volvieron a apartarse de Dios y Dios los entregó a Eglón, rey de Moab; este se alió con Amón y Amalec y conquistó Jericó (la ciudad de las palmeras). Tras 18 años de servidumbre, los Israelitas volvieron a clamar a Dios. Así que Dios levantó un nuevo juez, un nuevo libertador: Aod.

Aod

No hay mucho que saber acerca de Aod antes de que fuera levantado como juez de Israel. Pero hay algunos datos que conocemos:
  • Aod era de la tribu de Benjamín.
  • Era hijo de Gera (no sabemos nada más de Gera, pero al menos sabemos como se llamaba su padre)
  • Era zurdo. Y esto es de vital importancia para el papel que desempeñó liberando a Israel.
La historia de la liberación de Israel por parte de Aod es curiosa, extraña y a la vez un poco asquerosa, pero al mismo tiempo llena de épica, fue así:
Los Israelitas, seguramente después de haber trazado un plan preciso, decidieron enviar, por medio de Aod, un tributo a Eglón (esto seguramente era normal ya que siendo siervos, era lógico entregar tributos al rey que los gobernaba).
Así que Aod llegó a los aposentos del rey y le entregó los regalos a Eglón (que por cierto, era un hombre muy gordo) y después salió a despedir a las personas que le habían acompañado a presentar el regalo. Sin embargo, en vez de regresar a su tierra, tras haberlos despedido, regresó de nuevo a donde estaba el rey, que se encontraba en su palacio de verano y le dijo que tenía un mensaje secreto para él. Eglón, intrigado, para evitar que nadie más lo escuchara, lo mandó a callar rápidamente y ordenó a todos que salieran de los aposentos para dejarles solos.
Entonces Aod se acercó a Eglón y le dijo: «Tengo un mensaje de Dios para ti» y cuando el rey se levantó para escuchar el mensaje, Aod sacó un puñal con su mano izquierda de cerca de 45 centímetros que se había fabricado y que había escondido en el lado derecho de su ropa, sorprendiendo al rey y apuñaló a Eglón en el vientre. La estocada fue tan fuerte que la empuñadura penetró en la carne hasta salir por la espalda y Aod no pudo sacar el puñal ya que este quedó totalmente cubierto por la grasa de Eglón ya que era muy gordo. Para llegar al culmen del punto desagradable, la raja que hizo el puñal de Aod en Eglón provocó que comenzara a derramarse los excrementos del interior de sus intestinos, dejando a Eglón tendido en el piso en un escenario macabro.

Aod tenía que salir de ahí, así que atrancó las puertas de la habitación y salió rápidamente por la ventana.
Los siervos de Eglón tardaron un tiempo en enterarse de todo porque la puerta estaba cerrada y pensaban que Eglón estaría haciendo sus necesidades.

Así que mientras esperaban, Aod hulló a Sirat y al llegar allí, tocó la trompeta en las montañas de Efraín y el ejército de Israel, que estaba esperándole descendió con toda su fuerza de las montañas con Aod a la cabeza. Entonces Aod gritó al pueblo: «Síganme, porque YHVH ha entregado en nuestras manos a nuestros enemigos, los moabitas» Así que el ejército de Israel bajó a los vados del Jordán y derrotó a Moab matando a unos 10.000 hombres. No escapó ni uno.

Después de eso, Israel gobernó sobre Moab y el país disfrutó de una larga paz durante 80 años.